jueves, 28 de marzo de 2013

La bandera puertorriqueña, la monoestrellada, la nuestra.

“Ondea, ondea, ondea bandera ondea, cuando mi bandera ondea, que gran orgullo me da”.
(Ondea bandera, composición de Don Tite Curet Alonso)

Si algo identifica la esencia de una nación son sus símbolos patrios. Por eso creo pertinente hablar sobre nuestra bandera, la monoestrellada, la bandera puertorriqueña. Es importante recalcar que debemos ver esto en el contexto correcto, en el histórico, en el educativo, en el cultural, en el deportivo. Hay que ver las cosas en su justa perspectiva y dejar a un lado las consideraciones políticas e ideológicas. Tenemos que educarnos más y politiquear menos. Sólo así podremos mirar esto con los ojos que debemos mirarlo.

jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus Papam: Un cónclave histórico que, sin duda, marca el futuro de la iglesia.



El protocolo de la iglesia católica siempre me ha parecido fascinante. Pero sin lugar a dudas, este cónclave me lo ha reconfirmado de una manera muy especial. La elección del nuevo papa es un proceso realmente interesante, estructurado y con reglas muy claras. Las actividades y los simbolismos; muchos. No podemos perder de vista que la iglesia católica es una institución milenaria, que vela cuidadosamente cada uno de sus procesos y que tiene muy definido su propósito y cómo se realizan todas sus ceremonias. Así es que funciona.

martes, 12 de marzo de 2013

Comienza una nueva aventura...

Hay pasos que tenemos que dar y caminos que andar. Con este blog estoy comenzando a hacerlo. Desde hace tiempo acariciaba la idea de hacer uno cuyo tema principal fuera el protocolo puertorriqueño. Y es que nuestro protocolo, por nuestras raíces españolas y nuestra relación política con los Estados Unidos de América, es uno muy particular. Claro, cada país tiene lo suyo, pero el nuestro es uno interesante de estudiar; bueno, por lo menos para mí.

Puerto Rico, siguiendo la línea de los Estados Unidos de América, con quién tiene una relación política algo “especial”, cuenta con uno de los protocolos más flexibles del mundo. Y no estoy diciendo que no tengamos protocolo ni que ellos tampoco; lo que sucede es que podría ser más laxo que en otros países. A veces cometemos uno de nuestros más grandes errores; confundir flexibilidad con carencia. Ahí es cuando comenzamos a fallar.